jueves, junio 22, 2006

Transformación


Ayer estuve viendo una entrevista de mi admirado Jodorowsky. En ella habló de la muerte. Dijo que antes de nacer ya somos, no sabemos que, pero algo somos, y que cuando morimos nos transformamos en otra cosa, que no sabemos en qué pero que no desaparecemos: nos transformamos. Dijo una frase en la que estuve meditando un buen rato: La muerte no existe, es un invento del intelecto.

Esta mañana, alrededor de las 11, mi abuelo ha muerto. Mi abuelo, de fuerte carácter. De ojos muy azules, con la mirada insolente, como su bisnieto. Y yo me pregunto ahora en qué se ha convertido. Yo sólo sé que ya no le veré nunca más.

Abrazos.

lunes, junio 19, 2006

Cadena Literaria

Bueno, me han pasado una cadena literaria, mis 3 libros favoritos…Estoy segura de que mis 3 libros favoritos no los he leído aun, porque tengo en cola de espera unos tropecientosmil, y todos prometen, cada uno en su estilo. Pero hablaré entonces de los que me han dejado las huellas más profundas:

“La vida es sueño” de Calderón. En mi más temprana adolescencia, no concebía la posibilidad de dormir sin antes leer algo, costumbre adquirida durante mi infancia, y cuando me quedé sin lectura “propia de mi edad”, buscaba en la librería del salón (lo que fuese con tal de echarme algo a los ojos, reconozco que fue un acto desesperado), descubriendo sorprendida que los clásicos son mucho más interesantes y tienen mucha más miga que las novelillas fáciles que se nos ofrecían a las chiquillas de nuestra edad, y devorando ávida obras de Calderón, Jacinto Benavente, Lope, Quevedo, por supuesto Bécquer...
Y por desgracia no he vuelto a echar mano de los clásicos castellanos, pero me imagino en la vejez echando el lazo a los muchos que me quedan por leer.


“Vita Brevis”, de Jostein Gaarder. Sí, el de “El Mundo de Sofía”. De sus obras, esta es la que, con diferencia, más me gustó. Lo que más me llamó la atención fue, sobre todo, ver que un hombre pudiese hacerse una idea (y escribiese sobre ello) de los sentimientos más profundos de una mujer dolida y resentida contra un hombre que llegó a ser santo, poniendo tan de manifiesto la sinrazón religiosa que le obligó a abandonar lo que debió cuidar. A mí me pareció enternecedora.

“Las noches oscuras del alma”, de Thomas Moore. El único libro que encontré que en ese momento podía ayudarme, después de repasar cien veces las estanterías de El Corte Inglés, y por eso lo recordaré siempre, me sirvió de único apoyo en aquella etapa difícil y decisiva, en la que se desmoronaron todas mis verdades vitales obligándome a reconstruir mis esquemas desde los mismos cimientos. Doy gracias de corazón al autor que se atrevió enfocar el asunto espiritual y pragmáticamente, dándole así un sentido profundo y dotándolo a la vez de un carácter objetivo e imparcial necesario como el agua cuando se lee en tales circunstancias.

Y paso el testigo a Lord Grayworth y a Gaiar, a ver qué nos cuentan…

lunes, junio 12, 2006

Intuición Serena


Oigo la sabiduría en mí
Dentro de mí grita suave
Sabiéndolo todo, hasta el próximo fruto
Cual será su sabor, si yo la escucho.
Pero el estruendo de las olas rotas
Produce a veces un velo espeso.
Entonces no hago sino sentarme,
Y en espera de que el mar se calme
Hacer además algo yo misma
Y apaciguar las aguas atravesándolas
Con la intención, y no detenerme en ellas
Y cuando se aprecia, cada vez más clara,
En la lejanía
Indicando el camino más lúcido, tan nítido
La voz de mi guía y mi diosa,
Como una mano tendida hacia mi pecho
Que me invita, que me alienta
Y me muestra complacida que merezco,
Adivino una sonrisa amable
Que acompaña a la Total Certeza.

Abrazos.

viernes, junio 02, 2006

Koan

Aquí traslado un koan, no conozco la solución, a ver si entre todos podemos hallarla.
Abrazos.



Se dice que Kyogen contaba a sus discípulos la siguiente historia:

"Imaginad que un hombre se sujeta a un gran árbol sujetándose sólo con los dientes mordiendo fuertemente una de sus ramas. Otro hombre que pasa por aquel lugar le pregunta cuál es la doctrina fundamental del budismo. Si el hombre que está colgado del árbol no contesta, se muestra poco educado con quien le pregunta, pero si contesta perderá la vida al caer del árbol. ¿Qué puede hacer?"

jueves, junio 01, 2006

Esta también soy yo



Y muchas gracias al artista, que me confesó al terminar su obra, bañado de sudor por el esfuerzo, que le costó tanto dibujarme porque tengo una cara "muy difícil". ;-)
Muchas gracias, cielo, aquí lo coloco como te dije que haría.

Abrazos.