sábado, octubre 23, 2010

Autumn


Las hojas se caen y predomina una suave nostalgia, a veces emparentada con cierta tristeza. Hay momentos que saben a puro otoño y uno de ellos es el atardecer. Y también están las estaciones del alma, pero de ellas hablaremos otro día, cuando se caigan algunas hojas más... El otoño expresa una transición importante en el devenir de los incesantes cambios que caracterizan a la vida: está entre el esplendor exuberante del verano y el recogimiento del invierno. Por eso se nota tanto el cambio en los hábitos del sol, que duerme más temprano y se levanta más tarde que durante el verano, cuando todo parece luz y fuego. También cambia la temperatura, que va disminuyendo en promedio.

Y tanto las plantas como los animales nos enseñan cómo debe cuidarse la vida cuando cambia: aquellas dejan el follaje que no podrán mantener y éstos acopian alimentos para superar la incertidumbre del frío invierno. Con el otoño llega el sentimiento de recoger, de guardar, mezclado con la sensación de pérdida cuando la luz empieza a debilitarse y el aire se enfría. Por eso el Nei Jing dice que laenergía del otoño es cortante, retractiva y supresora: tiende al recogimiento y resecamiento. La función crítica del Metal (el Otoño en la Medicina Tradicional China se relaciona con el elemento Metal) es la respiración, ya que aquí los pulmones y el resto de las vías respiratorias son protagónicos. Y el olfato es el sentido más desarrollado o inhibido, según la evolución de las cosas y la vida.

En la vida de los hombres también hay un otoño, que coincide con la madurez del ser y permite la irrupción de los recuerdos sin que estos paralicen o entristezcan demasiado. Es el momento de cosechar lo que se ha sembrado, el tiempo de dar y recibir con esa paz que ya no necesita la euforia incendiaria del verano, un poco veleidoso y tal vez inseguro.

Dr. Carlos Inza

Acupuntor, especialista en medicina energética

http://www.acupuntura-orgon.com.ar

viernes, julio 23, 2010

Cambio


Los climas cambian. A veces es invierno, a veces es verano.
Si siempre estáis en la misma estación, os sentiréis atascados.
Uno debe aprender a que le guste lo que está sucediendo. A eso llamo madurez. A uno tiene que gustarle lo que ya está ahí. La inmadurez es vivir siempre en el «debería» v nunca en el «es»… y el «es» es el caso.
«Debería» es simplemente un sueño.
Sea cual fuere el caso, es bueno. Amadlo, que os guste y relajaos en él. Cuando a veces se presente la intensidad, amadla. Cuando se vaya, despedidla.
Las cosas cambian… la vida es un flujo. Nada permanece igual, de modo que a veces hay grandes espacios y a veces no hay nin­gún lugar al que trasladarse. Pero ambas cosas son buenas. Las dos son regalos de la existencia. Uno debería de ser tan agradecido que no importa lo que pase, uno siente agradecimiento, gratitud.
No veo ningún problema. Disfrutadlo. Esto es lo que está sucedien­do ahora mismo. Mañana puede cambiar; entonces disfrutad aquello. Pasado mañana puede ocurrir otra cosa. Disfrutadla. No comparéis el pasado con inútiles fantasías futuras.
Vivid el momento. A veces es caliente, otras muy frío, pero ambos son necesarios; de lo contrario, la vida desaparecería porque vive en polaridades.
Osho- Libro: "Día a día"

sábado, marzo 13, 2010

THE OM

viernes, junio 19, 2009

CÁCERES CAPITAL



Estamos pensando en hacer una escapada rápida este verano a Cáceres. Ando pensando cómo la encontraré, seguro que muy cambiada después de casi 20 años sin verla. Me hace mucha ilusión volver, aunque sólo sea por un día, y sé que sentiré nostalgia cuando no encuentre los lugares en los que viví, jugué, aprendí y disfruté tal cual los recuerdo.
Es una ciudad maravillosa, su casco histórico no tiene parangón. Y l@s cacereñ@s personas inigualables.
Cáceres capital tiene mérito sobrado para ser la Capital Europea de la Cultura en 2016. Puedes apoyar la candidatura con tu voto en el siguiente enlace:

Vota por Cáceres

viernes, febrero 01, 2008

¿Contra quien luchamos?


Se cuenta lo siguiente de un viejo anacoreta o ermitaño, es decir, una de esas personas que por amor a Dios se refugian en la soledad del desierto, del bosque o de las montañas para solamente dedicarse a la oración y a la penitencia.

Se quejaba muchas veces que tenía demasiado quehacer. La gente preguntó cómo era eso de que en la soledad estuviera con tanto trabajo.

Les contestó: "Tengo que domar a dos halcones, entrenar a dos águilas, mantener quietos a dos conejos, vigilar una serpiente, cargar un asno y someter a un león".

No vemos ningún animal cerca de la cueva donde vives. ¿Dónde están todos estos animales? Entonces el ermitaño dio una explicación que todos comprendieron. Porque estos animales los tienen todos los hombres, ustedes también:

Los dos halcones, se lanzan sobre todo lo que se les presenta, bueno y malo. Tengo que domarlos para que sólo se lanzan sobre una presa buena, son mis ojos.

Las dos águilas con sus garras hieren y destrozan. Tengo que entrenarlas para que sólo se pongan al servicio y ayuden sin herir, son mis dos manos.

Y los conejos quieren ir adonde les plazca, huir de los demás y esquivar las cosas difíciles. Tengo que enseñarles a estar quietos aunque haya un sufrimiento, un problema o cualquier cosa que no me gusta, son mis dos pies.

Lo más difícil es vigilar la serpiente aunque se encuentra encerrada en una jaula de 32 varillas. Siempre está lista por morder y envenenar a los que la rodean apenas se abre la jaula, si no la vigilo de cerca, hace daño, es mi lengua.

El burro es muy obstinado, no quiere cumplir con su deber. Pretende estar cansado y no quiere llevar su carga de cada día, es mi cuerpo.

Finalmente necesito domar al león, quiere ser el rey, quiere ser siempre el primero, es vanidoso y orgulloso, es mi corazón.